Hace unos días, leyendo una receta (no de
cocido, aún no...) se sugería que añadiéramos pimienta, y la verdad es que es una especia que a mí me encanta, así que eso hice, pero cuando abrí mi armarito especiero vi que no tenía pimienta negra así que le añadí pimienta blanca, y esto me hizo pensar que quizá haya por ahí algunos que no sepáis la diferencia entre las distintas variedades de pimientas.
La pimienta procede de una planta llamada Piper Nigrum, que proviene de Oriente, donde se usa desde hace muchos miles de años con fines tanto culinarios como terapéuticos. Ya es sabido que en aquellas tierras tienen unas costumbres terapéuticas bastante diferentes a nosotros. Pero bueno, el caso es que por allí, la pimienta se usa como expectorante, como digestivo o incluso como antioxidante. He de decir que existe una leyenda atribuida a la pimienta, que dice que tiene propiedades adelgazantes, yo no soy muy crédula con estas cosas, de hecho, soy bastante empírica y eso me hace que no pueda confiar, lo que sí puede ser verdad es que la pimienta ejerce un efecto de estimulación metabólica y quizá a raíz de esto se le ha atribuido esa propiedad, pero vamos, que como podréis imaginaros, por comer mucha pimienta no nos vamos a poner hechos unas sílfides.
El caso, para no enrollarme más es que la pimienta llegó a Europa a través de la Ruta de las Especias y se utilizaba como moneda de cambio, de ahí eso de "pagar en especias" y era un ingrediente muy codiciado debido a su elevado precio.
Hoy en día, si vamos al supermercado, lo más normal es que encontremos tres tipos de pimientas: la negra, la blanca y la verde. Aunque también podemos encontrarnos la rosa, que realmente no procede de la planta de la que estamos hablando sino de un árbol, y de hecho, esta variedad no es picante sino más bien afrutada.
La diferencia entre las tres primeras, estriba en el punto de maduración del grano en el momento de su recogida.
La
pimienta verde se recoge cuando el fruto está inmaduro, y tras ser sometido a un proceso de secado sufre una pérdida de agua y queda arrugado. Es poco picante aunque bastante aromático
La
pimienta negra se recoge cuando el grano está a punto de madurar, en principio es verde también pero tras someterse al secado la cáscara ennegrece y se arruga, tomando el aspecto al que estamos acostumbrados. Es picante y aromática.
Por último la
pimienta blanca, se recoge cuando el grano ha madurado, (OJO!!! el fruto en este momento es rojo), es sometido a un proceso diferente a los dos casos anteriores, que es el remojo, y durante este proceso pierde parte de su cáscara quedando al descubierto la semilla, que es de color blanco o crudo. Esta variedad es muy picante y poco aromática.
La utilización de una u otra no depende mas que del gusto de cada uno, aunque yo si os recomiendo una cosa y es que utilicéis siempre el grano entero y sino, que os hagáis con un molinillo y moláis la pimienta en el momento de su utilización, esto hace que se pierda menos el aroma y que disfrutéis en el plato de todas sus características organolépticas.
Además de todo esto, yo añado otra propiedad más, que aunque no es una propiedad intrínseca de la pimienta, creo que podemos adjudicársela, como si lo fuera. Y es que tengo la teoría de que especiar las comidas es bueno ya que podemos sustituir la sal por éstas, y evitar así el consumo elevado de sal, que muchas veces es usada para dar más sabor al plato que estamos comiendo. Por tanto, la utilización de la pimienta puede ser un hábito saludable si lo miramos desde este punto de vista.
¿que variedad de pimienta soléis utilizar vosotros en casa?
Pues hasta aquí mi aportación de hoy...os dejo con el menú para hoy...
Sopita de estrellas + lenguado a la plancha + naranja
Hola, como estáis?? demasiado tiempo sin aparecer por aquí...Feliz Navidad con un poco de retraso a todos y casi, casi Feliz Año, porque ya quedan muy poquitos días para la última fiesta del 2013, ¿Cómo lo vais a celebrar? en familia, con amigos, en casa, de viaje...a mí todas las opciones me gustan, pero la verdad es que siempre lo celebro en familia, y es que las tradiciones son difíciles de romper...Pero mirad, esta vez, vamos a introducir una nueva variable en la cena de fin de Año y es que por primera vez, vamos a celebrarla en mi casa en lugar de en casa de mis padres, pobrecillos, ya les va viniendo bien un poco de relevo, aunque, tengo que reconocer que alguna aportación culinario-materna va a seguir estando presente. Eso sí, tal y como dice el título de esta nueva entrada alguna sorpresa en forma de receta nueva voy a aportar, que sino, la misma sopa de picadillo y redondo de ternera mechado ya aburren.
